miércoles, 5 de octubre de 2011

Versos de inútil desahogo

Al Señor Rubalcaba.

OTRA VEZ CON LA CRISIS

No te lo tomes a guasa,
ni digas que es pasajera,
ni vengas con paparruchas,
que la cosa está bien fea.

No me tengas por pardillo,
ni digas que esto se arregla
con un saco de confianza,
con unas pocas de perras,
con historias y con cuentos
o untando, al bollo, manteca,
olvida la palabrería,
que la cosa está bien fea.

No me cuentes cuentecitos,
ni me pidas que los crea,
ni me digas que encontraste
milagrosas panacea,
que nos harán olvidar
esta situación tan negra,
no te creas que te creo,
que la cosa está bien fea.

No me vengas con estudios,
con cifras y con encuestas,
con fiables estadísticas,
con cánticos de sirenas,
déjate de tonterías,
de rollos y de monsergas,
que los tiros, ya son truenos,
que la cosa está bien fea.

No te pongas de “santito”,
ni me relates tus penas,
ni te rías de mi sombra,
que la tengo ya bien negra.
Que el sueño tienes perdido,
dices, con la boca llena,
menos rollos, menos cantos,
que la cosa está bien fea.

No me pidas que me apriete,
el cinturón, la correa,
que me faltan agujeros
y me sobran las cadenas,
mientras tú tienes de todo,
mientras tú, derrochas “tela”,
que no hay derecho, señor,
que la cosa está bien fea.

No me digas que estos versos,
te suenan a dura afrenta,
son hijos del desamparo,
son las notas de una endecha,
son afligidos lamentos
de un aprendiz de poeta,
españolito de a pie,
de esta España moderna,
que mucho quiso correr
y ahora paga condena.

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