PREGUNTAS
¿Cómo eres tú, mi gran Dios?
me pregunto a la alborada,
y nunca encuentro respuesta,
que me alivie y satisfaga.
Y cuanto más me pregunto,
mis pobres luces se apagan,
mis dudas se envalentonan,
se vuelven olas amargas,
que cruzan mares oscuros,
mares de fiera ignorancia,
que me producen pavor,
y mi corazón, espantan.
¿Cómo encontrarte, mi Dios?
ahora, mejor que mañana,
cuando delira mi mente,
cuando te busca mi alma.
¿Cómo saber de tu hacer,
de tu existencia sagrada?
Si tus pasos son ignotos
para las mentes humanas,
si tu hacer es insondable,
inescrutable, tu gracia.
¿Cómo entender tu existencia?
¿Cómo creer en tu causa?
Si la fe es, para el hombre,
regalo, presente o dádiva,
de unos pocos elegidos,
que con creer, ya les basta,
y la razón nos deriva
a buscar cotas más alta,
a pretender comprender
aquella verdad guardada
en los oscuros espacios,
en invisibles estancias.
Mil preguntas yo me hice,
ninguna fue contestada,
tendré que esperar, paciente,
otras muchas alboradas,
para encontrar las respuestas
a tanta pregunta sacra.
El teatro TOTAL.
Hace 1 mes
Un abrazo amigo poeta.
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