CUENTOS NUEVOS DE NUEVOS ABUELOS

LA JAULA DE LOS EXTRAÑOS ZAPATOS   (XVI)

             Enterados los ratones,

animales asaz sabios,
que los gatos ya no existen
en el singular poblado,
desaparecen sus miedos
y con toques de arrebato
por muchos cientos y miles
allí se van congregando;
aquello es el buen paraíso
por líderes anunciado
y grande el peregrinar
desde los pueblos cercanos;
por veredas y cañadas
en tropel van caminando,
formando una mancha informe
que muévese sin descanso,
creando colosal alarma
entre los hombres del campo,
que corren hacia sus casas
para todo bien cerrarlo
antes de que llegue al pueblo
el mayor de los rebaños,
que a pesar de ser pequeños
pueden hacer grande daño.
         La mancha grisácea avanza,
el gentío la está observando.
¿Qué será tan rara cosa
que al pueblo se va acercando?

        Cuando ven que son ratones

con lo que tienen a mano,
con pisotones, con golpes,
a los primos van matando;
pero es tal la multitud
y tan terrible el asalto
que cada uno busca refugio
en donde pueda encontrarlo,
en adentro de la iglesia
por ser este lugar santo
o buscando a Santa Bárbara
o al amparo de otros santos,
en lugares más que fríos,
donde están los congelados,
gateando para llegar
a copa de cualquier árbol,
en lugares más que limpios
de alimentos alejados,
en lar del veterinario  
que sabrá como espantarlos,
en cuartos muy bien cerrados,
en azoteas y tejados,
en el banco del dinero
donde todo está blindado
y en las casas del alcalde,
que tiene por todos lados,
que hasta las ratas respetan,
lo mismo que los humanos.

                        

                                    El Viso del Alcor, 8 de Mayo de 2025