53 .- ¡ BUENOS DÍAS, MARCELA ! ( I )
( En memoria de Aitor Zabaleta )
¡ Buenos días, MARCELA !
Como aficionado a las Bellas Artes, siempre me sonó el apellido Zabaleta, no sólo por el conocido y famoso arpista Nicanor Zabaleta; sino también por el pintor Rafael Zabaleta, que partiendo de un estilo ingenuo pasó a un expresionismo de gran contenido lírico, sobre todo a la hora de interpretar l paisaje.
De otra parte, tengo entre mis numerosos alumnos un pequeño bastante despierto, muy formal, aprendiz de hombre y de buena persona, que se llama Aitor, nombre poco corriente por estas latitudes.
Pues bien, Marcela, de estos no te voy a hablar esta mañana; sino de ese otro joven que es portada en estos días de todos los informativos, desgraciadamente por su absurda muerte, donde se unen el nombre del pequeño y el apellido de los citados artistas.
¡ Descansa en paz, AITOR ZABALETA !
La muerte de cualquier persona de forma violenta siempre es condenable, aún más si esta persona está en plena juventud y por algo tan simple como ser seguidor de un equipo de fútbol y a manos de otros jóvenes, que también se tienen por seguidores de otro distinto al de Aitor.
¡ Qué locura !
Y aunque esto, afortunadamente, sea un hecho aislado, no por ello deja de ser triste, absurdo, despreciable, repudiable y lo que nos deja todavía más asombrado, terriblemente incomprensible.
Pero es que se venía venir.
Y como es hora de lamentos, yo quiero sustituir estos, hoy, por mis reflexiones en voz alta, porque la vida a este joven nada ni nadie se la va a devolver.
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