Cotejando las fechas de nuestras exposiciones comprobamos algo que nos llama la atención después de pasar más de cuarenta años, como es el hecho de volver a nuestra ciudad natal para exponer por tercera vez y no haber transcurrido con relación a la anterior ni siquiera el tiempo de un año, concretamente ocho meses. Fue esta en la misma Sala de la anterior, en la de la Delegación de Cultura, y durante los días comprendidos entre el 4 y el 13 de Julio. Y ello debió ocurrir por diferentes razones: la primera que se nos ocurre es que la del año 1979 debió resultar bien en todos los aspectos; pues de lo contrario no nos hubiera producido ese deseo de volver con esa inmediatez tan cercana; la segunda, podemos encontrarla en el mismo catálogo que a continuación reproducimos, en donde aparece casi una confesión por nuestra parte que encierra un mensaje evidente de gratitud hacia la tierra que nos vio nacer.
Un vacío vital... con un hambre de amor insaciable
Hace 2 meses
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