91 .- LA “Z” Y LA “A” ( I )
Una “Z” se quejaba
descompuesta, muy turbada,
derramando grueso llanto,
por ser la postrera letra
en todos los diccionarios,
castigo que han de sufrir,
capricho de los humanos,
sus hijos, sus familiares,
camaradas y paisanos,
cuyo delito común
es el de ser un vocablo
cuyo principio es la “Z”,
el mayor de los pecados.
Una “A”, muy buena gente,
vecina en el
diccionario,
al descubrir la perrita,
al oír el grande llanto
de la “Z”, pobrecita,
al señor Abecedario,
se ofreció sin dilación,
con gracejo y desparpajo,
para arreglar el problema
en todos los diccionarios.
al descubrir la perrita,
al oír el grande llanto
de la “Z”, pobrecita,
al señor Abecedario,
se ofreció sin dilación,
con gracejo y desparpajo,
para arreglar el problema
en todos los diccionarios.
A la “A” no le importaba
el mudarse a
otro barrio,
y dispuesta se encontraba
a realizar el cambio
con la infortunada “Z”,
para acabar con sus llantos.
La “Z”, letrita boba,
se puso a dar grandes saltos,
por fin sería la primera
en todos los diccionarios,
e igual suerte correrían
sus vecinos y paisanos,
sus familiares y amigos,
todos, sencillos vocablos.
y dispuesta se encontraba
a realizar el cambio
con la infortunada “Z”,
para acabar con sus llantos.
se puso a dar grandes saltos,
por fin sería la primera
en todos los diccionarios,
e igual suerte correrían
sus vecinos y paisanos,
sus familiares y amigos,
todos, sencillos vocablos.
El Viso del Alcor, 3 de Octubre de 2023
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