138 .- EL SABIO SERAFÍN Y EL DELFÍN ( III )
Sólo fue un sueño feliz,
que su despertar nota,
se restregó su nariz
y dejó la mecedora,
disponiéndose a seguir
con su laboreo de otrora,
pues anda en el descubrir
fuente de nuevos aromas,
y por doquier repartir
entre los muchos que adora,
olores ignotos, sí,
para vivir de otras formas.
A punto del lar salir,
ayudado de garrota,
para poder combatir
en su caminar, la gota,
ve, debajo del candil,
encendido a todas horas,
la cajita de marfil,
una figura curiosa,
con fulgurante llavín
y una enorme caracola.
¿Quién pudo dejar aquí,
de los dueños, estas cosas?,
se pregunta Serafín,
con duda, que le incomoda.
¿Acaso lo del delfín
fuera realidad hermosa
y no quimera senil,
fruto de fatal modorra.
Sigue hablando para sí,
acercándose a la zona,
donde parecen vivir
los regalos de esta historia,
y sin dejar de sonreír,
con sus manos temblorosas,
los toca para sentir
sin son reales o chacota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario