CUENTOS NUEVOS DE NUEVOS ABUELOS

NÁQUERA   (XIV)

          De pronto siento un sopor

que me hace buscar descanso,
después de tanto trajín
es bien fácil encontrarlo
y apoyando mi espaldar
sobre tronco tan anciano,
rápido entro en duermevela,
dando todo por zanjado.
         Sin conocer cuanto tiempo
permanecí dormitando
una mano sobre mi hombro
me produjo un sobresalto

y cuando abrí los míos ojos

a Pura tenía a mi lado,
sonriéndome en un principio
y con rostro preocupado.
         ¿En dónde te habías metido?
Todos andan preguntando.
         No sé lo que responder
porque estoy desconcertado,
miro mi reloj y veo
que muchas horas pasaron,
me levanto lentamente
y le doy a Pura un abrazo,
la acompaño hasta la casa,
mi historia le voy contando,
rogándole no me tenga
por un perfecto chiflado,
por hablar con las ardillas,
por el grillo endemoniado,
por el último episodio
de este camaleón rosado
y por las locuras que hice
con relación a este facto,
obteniendo de esta dama
compromiso casi sacro
de conservar en secreto
todo lo que había contado
y así concluyó este cuento
que hoy me atrevo a relataros,
que ya no recuerdo bien
si ello fue real o soñado,
si sólo fue un gran invento
de una noche de verano
o que pasó de verdad
y nadie pudo evitarlo,
con mi ruego a los lectores,
lo que estimo bien sensato,
que lo tomen como un cuento
para pasar un buen rato.

                                          El Viso del Alcor, 29 de Mayo de 2025