NÁQUERA (VII)
Saliendo de mi morada
con el máximo cuidado,
no por despertar a alguno,
pues nadie había dormitando,
sino para que por loco
no se me hubiera tomado,
con pasitos, bien despacio,
me dirijo hacia el vallado.
Cuando me acerco al lugar,
como Pura hubo señalado,
mientras las chicharras cantan
los grillitos se han callado.
Llenándome de paciencia
dejo en el suelo los trastos,
me siento, apoyo mi espalda
sobre el árbol más cercano
y espero que la confianza
recuperen los ingratos.
con el máximo cuidado,
no por despertar a alguno,
pues nadie había dormitando,
sino para que por loco
no se me hubiera tomado,
con pasitos, bien despacio,
me dirijo hacia el vallado.
Cuando me acerco al lugar,
como Pura hubo señalado,
mientras las chicharras cantan
los grillitos se han callado.
Llenándome de paciencia
dejo en el suelo los trastos,
me siento, apoyo mi espalda
sobre el árbol más cercano
y espero que la confianza
recuperen los ingratos.
sus
cri-cri están sonando,
una sombra se dibuja
en una azotea del ático
que lanza con grande fuerza
objeto sobre el vallado.
El ruido hace enmudecer
al diminuto rebaño,
mas, pasados dos segundos
se oye solitario canto,
más fuerte que los demás,
con el más grande descaro,
que envalentona a los otros,
que siguen sus mismos pasos,
formándose guirigay
con quejas de los humanos
del mayor de los escándalos.
una sombra se dibuja
en una azotea del ático
que lanza con grande fuerza
objeto sobre el vallado.
El ruido hace enmudecer
al diminuto rebaño,
mas, pasados dos segundos
se oye solitario canto,
más fuerte que los demás,
con el más grande descaro,
que envalentona a los otros,
que siguen sus mismos pasos,
formándose guirigay
con quejas de los humanos
del mayor de los escándalos.
Como después de los jaleos
suelen
venir los descansos,
los grillos tómasen tregua
al igual que los humanos,
dejando haciendo su solo
al grillo más descarado,
que por tal causa se encuentra
soberbiamente engolado,
destacando en su cabeza
sus dos puntos colorados,
que con rapidez me llevan
a poder localizarlo.
Me acerco bien despacito
y con mis redes lo atrapo
cuando más feliz estaba,
presuntuoso y bien ufano.
los grillos tómasen tregua
al igual que los humanos,
dejando haciendo su solo
al grillo más descarado,
que por tal causa se encuentra
soberbiamente engolado,
destacando en su cabeza
sus dos puntos colorados,
que con rapidez me llevan
a poder localizarlo.
Me acerco bien despacito
y con mis redes lo atrapo
cuando más feliz estaba,
presuntuoso y bien ufano.
estaba
en caja de habanos,
silencioso, muy enojado,
aunque algo estaba tramando,
pues aquel pequeño bicho
despide un misterioso halo.
silencioso, muy enojado,
aunque algo estaba tramando,
pues aquel pequeño bicho
despide un misterioso halo.
El Viso del Alcor, 22 de Mayo de 2025
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