Domingo, día 24 de septiembre
POR
LA NOCHE FUIMOS AL “CUBA”
Hacía tiempo que no íbamos al “Cuba” y cuando Adela me dijo de acercarnos a este cercano bar para tomar algo, no me pareció mal; sobre todo, porque por la mañana ella me estuvo comentando la conversación que había tenido con la mujer del dueño, cuando fue a comprar los churros y acerca de mí.
Le había esta comentado que me notaba desde que me metí en el lío este de la alcaldía distinto, que había perdido la alegría que tenía antes cuando frecuentaba su establecimiento.
Ante esta afirmación no me queda más remedio que señalar dos
cosas, la primera que no frecuento ahora el lugar por razones obvias de la
falta de tiempo, y la segunda, que lleva razón y es que la política para el que
no le agrada demasiado, conduce a cualquiera a la tristeza o si no esta, a
perder la alegría, por razones también obvias.
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