domingo, 14 de diciembre de 2025

BIOGRAFÍA NOSTÁLGICA DE LA CIUDAD DONDE NACIMOS, MELILLA, LUGARES Y PERSONAJES


RAZÓN PRIMERA   ( III )

1.- Un deportista: José García Castro, PEPILLO

Nuestro Pepillo también triunfa en Sevilla y de qué manera. Por cierto que hace días estuve en dicha ciudad haciendo unas gestiones relacionadas con este club deportivo, siendo recibido por su director técnico, don Ramón Rodríguez Verdejo, más conocido futbolísticamente por Monchi, que fue notable guardameta hace escasos años de esta entidad deportiva y me encantó ver en las oficinas que este club tiene en su mismo campo de fútbol, el Sánchez Pizjoan, una fotografía de un jovencísimo Pepillo, sonriente como siempre y con cara de niño travieso, junto a otras fotos individuales de figuras gloriosas del Sevilla C.F.


        De su paso por Sevilla guardo algunos recuerdos, pues seguíamos su trayectoria deportiva especialmente a través de Marca y de la prensa local que lógicamente se hacía eco de sus triunfos por el simple hecho de ser melillense y muy querido en la ciudad. Hay uno muy especial por lo que tiene de atípico, aunque en la ciudad del Guadalquivir todo es posible, como fue lo que le ocurrió en una jornada memorable suya que salió del estadio sevillano a hombros de los aficionados como si de excelente torero se tratara y cumpliera con el rito de la salida por la puerta grande del Sánchez Pizjoan, convertida en simulada Maestranza.

 El éxito le seguía sonriendo y su escalada no cesaba. ¿Se puede aspirar en el fútbol español a más que jugar en el equipo del Real Madrid? Algunos entendidos dicen que no. Pues Pepillo lo consiguió y se traslada a la capital del país porque es fichado por el club merengue; aunque le ocurre algo parecido a lo que tienen que sufrir jugadores actuales como los Solari, Morientes, Guti o Mac Manaman, por señalar a algunos, que son excelentes jugadores y que están en el banquillo porque deben existir otros que ahora les llaman galácticos. Pepillo coincide en su puesto con uno de los monstruos del fútbol mundial, con el genial Alfredo Di Stefano en su mejor momento, por lo que tiene muy difícil jugar en dicho club con asiduidad.


        Sin embargo, cuando volvía a Melilla y nos lo encontrábamos por la ciudad, para el que nosotros éramos en un sentido afectivo los “mellis”, siempre nos señaló que a pesar de no jugar estaba contentísimo en el Madrid, tanto por el trato recibido por parte del club blanco como por la cuestión económica, ya que pagaban muy bien y es más, como anécdota nos contaba que cuando recibían el sobre al final de cada mes ni lo abrían y que no era de extrañar de encontrarse en algunas ocasiones con algo más de dinero de lo habitual, cosa que cuesta creer o que quizás serviría para justificar el hecho de que nadie se quisiera marchar, también por entonces, y de que se encontraba muy bien allí.

 A pesar de todo, el jugador normalmente quiere hacer lo que sabe hacer y ejercer la profesión que ha escogido y Pepillo no era una excepción. Estando con el numero nueve en su camiseta el delantero argentino Di Stefano, él sabía que tenía muy crudo enfundarse aquella elástica y aceptó, porque aún era joven para seguir practicando este deporte, marcharse al River Plate, siendo uno de los primeros futbolistas que emigró al extranjero desde un país como el nuestro que sí estaba acostumbrado ya a recibir jugadores de otros países.


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