OSCURIDADES DE DOLOR Y MUERTE (10)
Llegando el Corregidor,
todos respeto le muestran,
cesando en los suyos golpes,
para ver lo que él dijera.
La campana, en su tocar
hace rato que no cesa.
¿Acaso volviose loco
el fraile?, más de uno piensa.
Ordena el Corregidor
que abran con maña la puerta
y si no fuera posible,
que háganlo con la fuerza.
Fallando los buenos modos
acuden a la violencia,
una docena de mozos
para esta tarea se prestan,
cogiendo enorme tronco,
pronto lo topan contra esta,
contando con el vocerío
de gente, que los alientan,
hasta que con muchos golpes
consiguen tirarla a tierra.
Es el gran Corregidor
el primero que penetra
en aquel recinto sacro
que tanto misterio muestra.
Le sigue la muchedumbre,
que cada momento aumenta,
expectante y silenciosa,
como si temor tuviera.
Un candelabro dorado,
que manchas de sangre lleva
y tres velas que agonizan
sin que lancen ya pavesas,
alumbran con timidez
el ábside de la iglesia.
Costa Ballena, 12 de Agosto de 2025
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