EL OTRO PEQUEÑO BORJA
(V) El nuevo pequeño Borja, después de leer la historia del Cid y Jalamandrú y la pérdida del texto cantado por el juglar, busca en la tienda de bolsos, carteras y objetos de cueros en un Mercado Medieval de un parque de Godella, por intuición, el poder encontrar la cartera que le robaron.
TERCERA PARTE
El
bueno de Borja olvida
cuando comienza la escuela,
aquella curiosa historia
que con interés leyera.
Como es muy responsable
anda ahora con sus tareas,
por la mañana aprendiendo,
por la tarde el chico juega,
manejando ordenador
como personita experta,
dándole mil de patadas
a su pelota en la hierba
o coleccionado estampas
de la gente futbolera,
sin olvidar de leer
como antaño se viviera,
aunque de vender se trata
como razón verdadera.
cuando comienza la escuela,
aquella curiosa historia
que con interés leyera.
Como es muy responsable
anda ahora con sus tareas,
por la mañana aprendiendo,
por la tarde el chico juega,
manejando ordenador
como personita experta,
dándole mil de patadas
a su pelota en la hierba
o coleccionado estampas
de la gente futbolera,
sin olvidar de leer
como antaño se viviera,
aunque de vender se trata
como razón verdadera.
las aventuras más nuevas,
recogidas en cien libros
que llenan su biblioteca.
T oda las la suya rutina
que llenan su biblioteca.
T oda las la suya rutina
en un momento se altera,
basta con la instalación
en un parque de Godella
de un mercado medieval,
que ahora mucho se llevan,
para que todos conozcan.
basta con la instalación
en un parque de Godella
de un mercado medieval,
que ahora mucho se llevan,
para que todos conozcan.
que
con arte son expuestas,
atendidas por personas
con extrañas vestimentas
y entre aromas diferentes
de especies raras y viejas,
el enorme colorido es
lo que a Borja le interesa,
fijándose en jeques moros
que a Jalamandrú recuerdan,
con sus alfanjes de plata,
turbantes de finas sedas,
babuchas bien puntiagudas,
barbudos y con guedejas.
Borja no es niño exigente,
bástale con las cosas verlas,
pero de pronto se detiene
ante una de las cien tiendas,
algo llama su atención,
la curiosidad le llega,
es un tenderete oscuro
todo lleno de carteras,
apiladas en montones
y con aire de ser viejas.
atendidas por personas
con extrañas vestimentas
y entre aromas diferentes
de especies raras y viejas,
el enorme colorido es
lo que a Borja le interesa,
fijándose en jeques moros
que a Jalamandrú recuerdan,
con sus alfanjes de plata,
turbantes de finas sedas,
babuchas bien puntiagudas,
barbudos y con guedejas.
Borja no es niño exigente,
bástale con las cosas verlas,
pero de pronto se detiene
ante una de las cien tiendas,
algo llama su atención,
la curiosidad le llega,
es un tenderete oscuro
todo lleno de carteras,
apiladas en montones
y con aire de ser viejas.
Costa Ballena, 15 de Julio de 2025
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