VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 

VIERNES, DÍA 22 DE MAYO

¿APRECIAMOS SU VALOR E IMPORTANCIA?

                    Es raro no oír en los noticiarios conforme se van acentuado las calores que estamos padeciendo la sequía más importante del siglo en este 1992. Son pocas las recomendaciones que se nos dan, dada la importancia de este elemento, para que hagamos un uso racional del mismo; aunque no nos falte de momento.

                    La situación cada vez más extrema obliga a medidas coyunturales - ¿Se dice así, señores políticos? - de todas las administraciones. Los pantanos se vacían, o lo que es peor, no se llenan desde hace tiempo; incluso en algunos casos aparecen resto de pueblos que en su día fueron sumergidos en su totalidad. Se autorizan desde las más altas administraciones; aparecen las primeras prohibiciones en algunas comunidades; los incendios comienzan a dar la cara...

                    Sin embargo, cabe la pregunta "¿Valoramos realmente al agua?", o simplemente nos lamentamos ahora por su posible ausencia.

                    Decía ayer José María Carrascal que el problema era gravísimo, no sólo por el hecho de la sequía en sí, sino por el de duplicarse la población mundial cada 35 años y multiplicarse, no sé que número, pero también bastante elevado, del consumo de este líquido vital.

                    Además esta situación se agrava más hacia el sur, hacía nuestra Andalucía por ejemplo; pero se seguirán regando los jardines de los "chaleres", se lavarán los coches a fuerza de mangueras, se intentarán crear más espacios dedicados al golf, con un césped de verde intenso y se seguirá desperdiciando el agua en múltiples ocasiones... Y todo ello, porque todavía no hemos descubierto su valor, ni siquiera, el peligro de la alteración por parte del mismo hombre, de su ciclo natural.